lunes, 28 de mayo de 2018

Denuncian nuevos casos de compras sobrevaloradas en el Estado


Después de que se conociera las cuestionadas compras del Congreso de la Republica sobre computadoras, frigobares y televisores, otros casos de compras presuntamente irregulares en instituciones estatales han salido a la luz.
Uno de estos está en la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN) quien ha destinado 29,234.50 soles para el mantenimiento de caños para sus baños, según un reportaje del dominical Panorama. Esta entidad adscrita al Ministerio de Vivienda tiene la libertad para ejecutar compras por adjudicación.
Plata como cancha
La adquisición aprobada por el área de abastecimiento de la institución comprende 15 fluxómetros para urinario cromado, cuyo costo unitario fue de 690.30 soles, lo que hace un total de 10,354.50 soles. Además, 32 unidades de llaves para lavatorio con temporizador, cuyo precio unitario fue de 590 soles, lo que suma 18,880 soles.
Pero lo más alarmante de este caso, no es solo el precio sobrevalorado en cerca del 30% sino que la institución reportó a la empresa que los objetos comprados presentaron averías. Además, la empresa YL Construcciones S.A.C. ya no se encuentra en su domicilio fiscal de Puente Piedra, según el reportaje.
El gasto de nuestros tributos

La SBN no sería la única que compró objetos sobrevalorados; la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) también lo hizo. Para este año 2018, la entidad aprobó un gasto de 517,297.60 soles para la reparación de persianas para las sedes de Lima y Callao. Finalmente el monto que adjudicó fue de 402,287.50. El concurso público era para reparación mas no para compra.
No solo eso, Sunat estima gastar para este año 591,591.17 soles por publicidad en Facebook y Twitter. Dichos gastos deslindan del Plan de austeridad, disciplina y calidad en el Gasto Público aprobado a fines de 2017 por el Congreso.
Frivolidad en el Congreso
El Parlamento no se queda atrás, según el reportaje de Panorama, la congresista Patricia Donayre pidió varios artículos de menaje, desde azucarera hasta cucharitas para té, para su despacho. Este pedido resulta incoherente si se considera que el pasado martes calificó de “frivolidad” la compra de frigobares y televisores hechos por el Congreso.
Otro caso es el del legislador Percy Alcalá, quien en marzo de 2017 solicitó una larga lista para su despacho. Pidió laptops, dispensadores de agua, sillas, tachos de basura y hasta la implementación de una ducha personal.


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