La pobreza es un fenómeno social que muchas veces es
aprovechado por sectores políticos a través del clientelismo político.
Esta relación entre personas pobres y actores políticos que
se benefician de la pobreza de estos, es muy común en América Latina.
Diferentes estratos políticos tanto a nivel local, regional
o nacional utilizan a grandes cantidades de personas carenciadas para ganar
elecciones, apoyarlos en actos partidarios, y otras acciones de interés para
ellos. A cambio las personas reciben planes sociales, subsidios, bolsones de
comida, elementos como colchones, frazadas, ropa, escrituras de terrenos, entre
otras cosas.
Estos sectores utilizan a los pobres para lograr sus
objetivos personales beneficiándose con esta situación por lo que no llevan a
cabo políticas de erradicación de la pobreza para poder seguir teniendo como
rehenes a miles y a veces millones de personas en estado de subsistencia, que
logran manipularlas por unas pocas limosnas.
Esta realidad no es nueva pero es vergonzoso que en pleno
siglo XXI se siga utilizando estas estrategias
políticas basadas en abusarse de la situación de pobreza a tantas personas para acceder o permanecer en un cargo o ganar una elección.
políticas basadas en abusarse de la situación de pobreza a tantas personas para acceder o permanecer en un cargo o ganar una elección.
Estas personas son victimas ya que no tienen otros recursos,
por lo deben votar al candidato, hacer lo que le proponen las autoridades
actuales porque sino son amenazados con
que se le quitarán los beneficios sociales que poseen o no se les otorgara
ninguna ayuda.
Este tipo de comportamiento debe ser repudiado por el resto
de la sociedad y obligar a las autoridades y grupos a que abandonen estas
prácticas inmorales.
Las políticas y acciones sociales no deben ser clientelistas
ni que vuelvan dependientes a las personas, sino que le permitan a las mismas
salir del estado de pobreza, además de ser universales para que no haya
discriminación.
A los malos políticos les conviene que haya pobres,
ignorantes para poder manejarlos fácilmente y engañarlos. Pero las sociedades
no tienen que aceptar este tipo de actitudes tan comunes en particular en los
países subdesarrollados sino todo lo contrario.
La pobreza se combate cuando toda una sociedad esta
convencida en lograr este objetivo y le exige a sus autoridades acciones que
realmente mejoren en forma definitiva la vida de las personas.
Las acciones deben procurar la defensa de los derechos de
las personas por lo que no se les puede pedir nada a cambio. Cuando esto ocurre
es porque las personas o grupos tienen una actitud corrupta e interesada que
solo se preocupa su beneficio personal siendo
muy perjudicial para el resto de la sociedad.
( Fuente : http://www.pobrezamundial.com )
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