Definitivamente fue un acierto la idea de impulsar, todos
los años y en su tierra natal Saposoa, los Encuentros de homenaje a Francisco
Izquierdo Ríos. No quedarnos solamente con el Centenario de su nacimiento,
sino, cada año, rememorar su vida y obra haciéndolo extensivo a la población
local, regional y a la de otras regiones como La Libertad, Ucayali, Amazonas,
Cajamarca y Lima.
Por tercer año consecutivo nos aprestamos a visitar el
lugar donde este ilustre peruano nació y pasó su primera infancia. Allí, donde,
además del caudal rebosante de la imaginación popular convertida en cuentos y
leyendas, también encontramos vestigios históricos de hombres que antaño
poblaron estos parajes.
Los intelectuales que con ocasión de estos Encuentros
visitan Saposoa, retornan no solamente impresionados por los paisajes, sino
fundamentalmente por la sencillez de la gente y ese espíritu de identificación
y participación con el quehacer cultural que sí les interesa sobremanera.
Pese a que el I y II Encuentros han coincidido con la
celebración de la tradicional fiesta regional de San Juan, la programación de
homenaje se ha cumplido en su totalidad, tanto en lo relacionado con lo
académico, como en lo que corresponde a la vinculación con la población y su participación en actividades realizadas en la Plaza Mayor. Es admirable observar la actuación de los niños y adolescentes, en unos casos muy cerca de sus maestros y en otros con sus padres. La creatividad es desbordante y se expresa en los pasacalles, paseo de antorchas, exposición de fotografías y pinturas. Además, claro está, en la declamación y canto. El pueblo se expresa de diferentes maneras dando, a estos días de homenaje, un ambiente de alegría general. Quienes participamos en los Encuentros constatamos como verdad el pensamiento del vate universal César Vallejo: “todo acto o voz genial, viene del pueblo y va hacia él…”
académico, como en lo que corresponde a la vinculación con la población y su participación en actividades realizadas en la Plaza Mayor. Es admirable observar la actuación de los niños y adolescentes, en unos casos muy cerca de sus maestros y en otros con sus padres. La creatividad es desbordante y se expresa en los pasacalles, paseo de antorchas, exposición de fotografías y pinturas. Además, claro está, en la declamación y canto. El pueblo se expresa de diferentes maneras dando, a estos días de homenaje, un ambiente de alegría general. Quienes participamos en los Encuentros constatamos como verdad el pensamiento del vate universal César Vallejo: “todo acto o voz genial, viene del pueblo y va hacia él…”
Ante un certamen como el que describimos nos preguntamos:
¿Alguien puede seguir diciendo que las actividades culturales son aburridas?
La creación popular es siempre dinámica, activa y libre
de prejuicios. Cuando el pueblo es, a la vez, actor y espectador, el entusiasmo
se agiganta y los deseos de participar son mayores. Renace el sentimiento
colectivo que históricamente caracteriza a los pueblos de nuestra patria. No
faltan, por supuesto, los pesimistas, individualistas que dudan del colectivo.
Son los menos y pasan desapercibidos.
Cuando echamos un vistazo a la contribución con la
educación de los más destacados educadores
de nuestro país, Francisco Izquierdo Ríos se encuentra entre los
primeros. Tan solo con leer la novela “Mateo Paiva el maestro” nos encontramos con una abrumadora cantidad
de citas de contenido social que sirven de orientación y guía a toda persona de
bien. Todos los valores humanos, individuales y sociales, están expresados de
manera precisa y concisa. Su palabra escrita es un llamado a la vida digna, honrada,
honesta, responsable, valiente y patriótica. Se yergue ante los abusos e
injusticias y lucha contra quienes lo promueven.
Incansable predicador de la verdad y la justicia ha sido
permanente editor de libros, folletos y
revistas. Allí donde le tocó trabajar, aún en los más lejanos e inhóspitos
lugares, siempre ha tenido algo que publicar, diciendo lo que creía necesario
decir y haciendo lo que le correspondía hacer; siempre, integrado al pueblo y
promoviendo su organización en pro del
desarrollo local. Como escritor ha demostrado sus extraordinarios dotes en
cerca de 30 libros publicados, en cuyas páginas describe con maestría la
belleza de los paisajes, las costumbres locales y el sentimiento popular.
Cuando leemos a Francisco Izquierdo Ríos, tenemos la sensación de estar viendo
y sintiendo todo lo que dice. Formamos parte del mundo del cual se ocupa. Sin
embargo, no sólo fue maestro y escritor; ha sido luchador social y es por eso
que su palabra conserva la energía que nos hace vibrar de emoción y actuar con
razón.
Todo esto ha motivado y motiva la realización de los
Encuentros de Mateo Paiva con su Pueblo y ahora nos aprestamos a participar en
la tercera versión ininterrumpida. Personalidades de prestigio nacional e
internacional dan testimonio de la importancia y trascendencia de estos
Encuentros; y así como en los años anteriores contamos con la participación de
los escritores José Luís Ayala, Waldemar Soria, Jorge Luis Roncal, Juan Flores
Arrascue, Ricardo Elías Roselló, Teobaldo Vásquez Sánchez, Fico García, entre
otros, en el presente año, además de algunos de los nombrados, contaremos con la participación activa de
Manuel Marticorena, destacado investigador de la literatura amazónica peruana.
Este año el III ENCUENTRO ANUAL DE MATEO PAIVA CON SU
PUEBLO se convertirá en un hito más en el camino de la recuperación y
revaloración de las tradiciones regionales y en el estímulo para que los
escritores de todas las edades, profundicen sus conocimientos para escribir,
describir, analizar y difundir la riqueza cultural de la región amazónica.
Lima, abril del 2013.
CONSEJO DIRECTIVO
EDUCAP
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