A los 84 años falleció el misionero claretiano Javier
Carranza de Haza, que fue vicario parroquial del Codema
Nacido en la localidad cántabra de Sámano, en las
cercanías de Castro Urdiales el 11 de agosto de 1928, fue alumno de nuestro
Colegio del Corazón de María, donde culminó sus estudios de Bachiller. Aprobado
el examen de Estado y tras un primer acercamiento a los estudios civiles,
decidió retomar con seriedad su vida de fe (“me había entibiado”) y “tras
consultar con el Hermano (Francisco) Artola” comenzó el postulantado en
Salvatierra, donde haría también el noviciado, con el P. Toribio Pérez como
maestro. El 15 de agosto de 1949 emite su primera profesión; el mismo día, en
1952, hace la profesión perpetua. Sus estudios de Filosofía transcurren en
Beire (1949-51) y Santo Domingo (51-52), donde hará también los estudios
teológicos (53-56), que remata en Baltar con el año de pastoral. Entre sus
formadores destacan los PP. Serafín Ruiz, Venancio Zuloaga y Fidel Martínez.
Santo Domingo será también, el 15 de abril de 1956, escenario de su ordenación
sacerdotal.
En la vida ministerial del misionero presbítero Javier
destacan dos lugares: Gijón (Asturias) y el Departamento de San Martín, en
Perú. Miembro de la comunidad de Gijón de 1957 a 1970, trabaja sobre todo como
profesor y responsable de disciplina en el Colegio. En 1970 acepta gustoso
(“soy hijo de obediencia”) incorporarse al equipo fundador de la Misión que la
Provincia de León abre entonces en el Huallaga peruano. Durante 19 años
pertenecerá a la comunidad de Juanjuí, viviendo fundamentalmente en Saposoa, localidad de la que será
párroco durante un largo período. “Totalmente compenetrado con el
pueblo”, Javier ejerce su sacerdocio desde la parroquia, atiende poblados y asentamientos bien distantes y se implica muy intensamente en la educación cristiana como profesor y en la formación de líderes evangelizadores. Tiempo habrá de reseñar por escrito su vivencia claretiana de estos años, en los que no regresa a España, y en los que varias veces acoge las peticiones de los fieles y encabeza a su servicio diversas movilizaciones sociales y pastorales.
pueblo”, Javier ejerce su sacerdocio desde la parroquia, atiende poblados y asentamientos bien distantes y se implica muy intensamente en la educación cristiana como profesor y en la formación de líderes evangelizadores. Tiempo habrá de reseñar por escrito su vivencia claretiana de estos años, en los que no regresa a España, y en los que varias veces acoge las peticiones de los fieles y encabeza a su servicio diversas movilizaciones sociales y pastorales.
En 1989 regresa a España. Su llegada coincide con el
empeoramiento de la salud de su hermano Crisanto (CMF), que atraído por el
ejemplo de Javier había dejado atrás experiencias de Trapa y Cartuja. Javier
preside su funeral en Calatayud. Tras unos meses en la comunidad de
Gijón-Colegio con una especial dedicación al Santuario de Contrueces, pasa en
1990 a la comunidad de Gijón-Parroquia. Vicario parroquial oficialmente de 1992
a 2004, actúa como tal de facto de 1990 hasta ayer: dedicado muchas horas a la
semana a la iglesia (celebraciones, funerales, confesonario), se responsabiliza
durante años de la pastoral de infancia, atiende a la Archicofradía del Corazón
de María, visita enfermos, acompaña a los niños en las colonias de
Valdepiélago, anima semanalmente grupos de formación bíblico-cristiana, alienta
experiencias de espiritualidad y profundización (como los grupos de zen),
colabora con los oratorios y la pastoral del Colegio y enriquece de modo muy
notable la vida comunitaria. Quienes han convivido con él dan claro testimonio
de su categoría humana, sacerdotal y religiosa; el presbiterio diocesano y los
feligreses de Gijón ya han comenzado a dar cuenta pública de ello. Admirado por
muchos por su honda experiencia espiritual y disposición al servicio, Javier
(CMF) ha pasado ya a la casa del Padre Ha fallecido en Gijón (Asturias) el 2 de
agosto de 2013. Descanse en paz.
Fuente: www.claretianos.es
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