Por: Jaime
Antezana Rivera*
Retomamos el tema de la erradicación forzosa de coca y la
cifra oficial. ¿Por qué? Porque reviste suma importancia y –esta vez– estamos
seguros que la cifra oficial de erradicación forzosa anunciada, el viernes 5 de
diciembre pasado, por Ollanta Humala en una entrevista para CNN, de que su
gobierno había logrado erradicar 30 mil hectáreas, no es real, no es cierta. No
solo eso. Es prácticamente imposible lograr erradicar esa extensión en áreas de
cuatro regiones (Ucayali, San Martín, Huánuco y Loreto) donde se erradicó los
cultivos de coca ilegal este año.
Eso es lo que, con datos oficiales, vamos a demostrar.
Pero, antes de eso señalaremos aspectos que permitan entender el contexto.
Primero, en ninguna de las cuatro regiones se erradicó la totalidad de los cultivos
de coca existente. Y, segundo, se ha erradicado –con excepción de las zonas de
Loreto– en regiones donde se viene erradicando desde hace más de 15 años. La
erradicación no entró a las zonas de mayor producción de coca (Puno, VRAEM,
Cusco, etc.); ni tampoco a Amazonas, Cajamarca, La Libertad y Madre de Dios.
Desde esa perspectiva de análisis, ya de por si era
inverosímil e imposible que se haya erradicado 30 mil hectáreas este año que
orondamente difunde Ollanta Humala. A esta argumentación cualitativa y general,
ahora demostraremos con las cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra
la Droga y el Delito (UNODC, su cifra en inglés) que es imposible que se haya
erradicado 30 mil hectáreas este año que está concluyendo. Como veremos no hay
forma de haber llegado a esa meta.
¿Porque no es imposible haber obtenido esa cifra de
erradicación? Veamos con las cifras que son oficiales en el Perú, Colombia y
Bolivia. Según UNODC, para el año 2013 la extensión de los cultivos de coca en
las cuatro regiones donde se erradico es la siguiente: San Martín 1741
hectáreas, Loreto 5,013 hectáreas, Ucayali 1796 hectáreas y Huánuco 2839
hectáreas. En suma, en las cuatro regiones había 11 389 hectáreas, que
representa casi el 25% de los cultivos de coca en el Perú.
Así, teniendo en cuenta que no se erradico los cultivos
de coca de una región entera, si los cultivos de coca en las cuatro regiones se
hubieran incrementado en un 100% (crecimiento, como veremos después, imposible)
desde la fecha de la medición hasta la erradicación, se habría erradicado 22
778 hectáreas de coca. Ni en ese escenario llegaría a las 30 mil hectáreas. Así
el CORAH, organismo encargado de la erradicación manual, haya hecho repaso en
algunas otras zonas se podría llegar a esa cifra. Muy claro.
La cifra está sobredimensionada. No ha habido nunca un
crecimiento del 100% en ninguna región. La única región que tuvo un crecimiento
del 90% fue Loreto. En consecuencia, la cifra oficial del que se ufana Ollanta
Humala es falsa. Hiperbolizada. Un engaño. ¿Cuántas veces se habrán presentado
cifras infladas a la opinión pública nacional e internacional? No lo sabemos.
Pero, de hecho, que ha ocurrido. ¿Qué papel juega UNODC en esto? Tampoco lo
sabemos.
Ahora, analicemos las tasas de crecimiento según UNODC. ¿Cuáles
son esas tasas en las cuatro regiones? En Loreto, la tasa de crecimiento del
2012 al 2013 fue de 6.5%: de 4,708 hectáreas el 2012 paso a 5013 hectáreas; en
Huánuco, la tasa de crecimiento en ese lapso fue negativo: el 72%, ósea de
10,314 hectáreas paso a 2830 hectáreas; en Ucayali, la tasa de crecimiento
entre los mismo años fue de 12%: de 1604 hectáreas paso a 1796 hectáreas; y, en
San Martín en ese lapso fue del 40%: de 1,238 hectáreas paso a 1741 hectáreas.
En suma, el análisis de las tasas de crecimiento en las
cuatro regiones confirma que no se ha erradicado las 30 mil hectáreas de coca
este año. En ninguna de las regiones donde se erradicó, ni siquiera en San
Martin que tiene un 40% de tasa de crecimiento anual, los cultivos de coca
pudieron incrementarse al 100% ni al 50%. Ni así se podría haber llegado a la
megacifra oficial. No hay forma de demostrarlo. Esta desbaratada la celebración
de las 30 mil hectáreas de Ollanta Humala.
¿Por qué, señor Ollanta Humala, nos quiere engañar o
pasar gato por liebre no solo a los peruano sino también a la comunidad
internacional? ¿Es un engaño con alevosía, premeditación y ventaja del gobierno
de Ollanta Humala? Todo indica que es altamente probable que sí. De esta
manera, se cae por los suelos uno de los principales “logros” que este gobierno
había presentado en materia de lucha contra el narcotráfico. No existe tal
logro. Es falso.
Entonces, ¿Cuántas hectáreas de coca se habrá erradicado
este año? No lo sabemos. Eso lo deben saber –como se dice en el argot de los
economistas, los “cocineros” Lo único que sabemos es que se ha inflado la cifra
de erradicación forzosa, con la cual estoy de acuerdo pero dentro de una
estrategia integral. También, queda claro que Ollanta Humala no tuvo –ni tiene–
voluntad política real para enfrentar al narcotráfico. Por eso, no solo centro
su estrategia en la erradicación sino, también, en hiperbolizarlo.
Con esa estrategia inorgánica y sobredimensionada, esta
industria subterránea seguirá creciendo en las zonas de producción de coca
donde se ha erradicado y en las nuevas regiones donde no se erradica; seguirá
avanzando en el tejido social (comunidades campesinas, “mochileros”, sicarios
armados, lavado de activos, etc.) y en el tejido institucional (gobiernos
regionales, gobiernos locales, congreso de la república, poder judicial,
ministerio público, policía nacional y FFAA). En suma, un narcotráfico que
combina un doble proceso de “colombianización y “mexicanización”.
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