La actividad comercial, uno de los principales motores de
la economía peruana no atraviesa por su mejor momento. Según el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) creció 1.8% en el 2016, el peor
resultado visto en siete años, debido principalmente al debilitamiento del
consumo de las familias. ¿Pero que esperar para el 2017?
Las primeras ventas del verano no parecen ser muy
alentadoras si se comparan con las del 2016, según Fidel La Riva, gerente
general de la consultora especializada en consumo Kantar World panel, debido a
que la confianza de los consumidores todavía se encuentra deteriorada por las
bajas expectativas de empleo e ingresos a corto plazo.
Según datos del INEI, el empleo formal en Lima
Metropolitana, la principal plaza laboral del país, creció apenas 1.3%, en un
escenario en el que la inversión pública y privada no termina de despegar.
“Está claro que llevamos prácticamente tres años de
desaceleración en términos de consumo y eso hace que el ama de casa sea un poco
más cauteloso, que sea un poco más racional en el proceso de decisión de compra
de los productos y que esté cuidando un poco más el presupuesto del hogar”,
mencionó.
Proyecciones.
Desde el área de estudios económicos de la Cámara de Comercio de Lima (CCL)
esperan que las ventas se empiece a acelerar en la segunda parte del año y en
el mejor escenario crezca ligeramente más que el 2016, debido al ingreso de
cuatro nuevos centros comerciales.
Inversión fundamental. Aunque para Jorge Ochoa, director
de la pequeña y mediana empresa de la CCL, esto dependerá de cuán rápido se
recupere la inversión tanto pública como privada.
Año complicado.
“Yo espero que este año sea un año de transición de acomodo, de reacomodo y
mejore realmente la gestión de las pymes. Tengamos en cuenta que si la gran
empresa tiene problemas, como resultado las pymes tienen problemas, porque las
pymes son proveedoras de la gran empresa”, prevé.
Industria y
construcción. La Riva coincide en este punto y sostiene que para ver una
recuperación más acentuada de la actividad comercial, primero se deberán
recuperar sectores clave como la construcción o la industria, que dan empleo a
un segmento importante de la población.
Sectores
deprimidos. “En la medida que ese sector de empleo no se recupere y la
dinámica no se recupere, no se recuperará el consumo en los nivele socio
económicos D y E que representan a un 50% de la población”, apunta.
Promociones.
Pero no todo es negativo. La Riva sostiene que bajo este escenario aún
complicado, las empresas se verán obligadas a apostar por campañas más
agresivas de promociones y descuentos con el objetivo de incentivar el consumo.
Sin embargo, la clave estará en reactivar el optimismo de las familias en los
próximos meses.
ANDINA