Si tomas, no manejes. Pero tampoco te subas al auto de un
amigo que también ha tomado. Este es el principal consejo que formularon
especialistas de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas
(DEVIDA) a los jóvenes del país a propósito del accidente ocurrido el último
miércoles en la Vía Expresa de Lima, en el que falleció una mujer y otras tres
personas resultaron heridos.
“Lo primero es no manejar si has tomado. Hoy en día hay
muchas otras formas de movilizarte si sales a compartir con tus amigos”, afirmó
Luis Espinoza, psicólogo del servicio Habla Franco. “Y si tú no vas a manejar,
tampoco te subas al carro de un amigo o conocido que haya bebido. Porque
también corres peligro”, agregó.
En ese sentido, aconsejó a los padres de familia infundir
en sus hijos la seguridad necesaria para resistir la presión de los amigos que,
muchas veces, los empujan a abordar un vehículo manejado por una persona ebria.
“Los padres deben aconsejarlos que no tomen en exceso. Y
si saben que su hijo va a tomar, no deben prestarle el carro. Deben tomarse el
tiempo para recogerlos o, si no pueden, asegurarse de que lleguen sanos a casa
con una empresa de taxis confiable o con un taxista de confianza”, orientó.
Espinoza indicó que en la actualidad muchos jóvenes
siguen asociando el consumo de alcohol a la diversión, lo cual es una
equivocación que, como se vio el miércoles, puede tener consecuencias fatales.
En ese sentido, los exhortó a no desdeñar la estrategia de pedirle a un amigo
que sea el “amigo elegido” que los retorne sanos a casa.
Finalmente, se refirió a los peligrosos efectos que tiene
el consumo de alcohol en los conductores: distorsión de la visión, afectación
de los movimientos motores finos y gruesos, distorsión de la percepción
espacial, reducción del tiempo de reacción y, quizás lo más peligroso, una
sensación de que puedes tomar riesgos que en estado de sobriedad uno no tomaría.
ÁREA DE COMUNICACIONES
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Óscar Miranda