El director ejecutivo de Proética, Walter Albán, sostuvo
hoy que la decisión del Congreso de devolver a comisiones los dictámenes que
plantean que la SBS supervise a las cooperativas de ahorro y crédito refleja el
conflicto de intereses que hay en el Parlamento.
“Esto confirma que en el Congreso hay un permanente
conflicto de intereses y no sobre temas menores sino de problemas serios, como
la lucha contra el lavado de activos y el crimen organizado”, declaró a la
Agencia Andina.
Según recordó, por varios años desde el Parlamento no se
le daba facilidades a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para ver el
tema de lavado de activos pese a sucesivos proyectos presentados sobre la
materia, algo que finalmente ocurrió el 2017.
“Y en el anterior Congreso uno de los más activos para
impedirlo fue Joaquín Ramírez, quien hoy es investigado por lavado de activos,
con el pretexto de cautelar la intimidad de las personas y no afectar su
seguridad”, añadió.
Para el representante de Proética, no se ha atacado el
punto medular que es el financiamiento ilegal en la política, y a ello
contribuye el hecho de no aprobar que la Superintendencia de Banca, Seguros y
APF (SBS) supervise las cooperativas.
“Corresponde ver bien quiénes son los responsables que
están detrás de esto, hay mucho qué explicar”, refirió Albán.
No obstante, advirtió que si bien desde Fuerza Popular se
dice que quieren enfrentar la corrupción la realidad señala otra cosa cuando no
apoyan proyectos como el de la supervisión de las cooperativas.
“Hay un doble discurso y hasta cinismo. Muchas
cooperativas son instrumentos de lavados de activos, eso no se puede tapar el
sol con un dedo. No aprobar el proyecto es un insulto a la inteligencia del
país”, enfatizó.
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