Esta vez los militares quedaron a merced de un enemigo invisible, muy destructivo, que va dejando muertos y heridos en el camino y se le conoce como coronavirus, COVID-19.
El destino quiso que el contrincante sea un asesino biol贸gico. Es un enemigo que se mueve muy r谩pido, ataca por todos los frentes y pareciera que va ganando la batalla.
Ante la amenaza, el Ejercito del Per煤 sali贸 a las calles a luchar de otra manera, utilizando otros recursos, sin armas ni municiones; solamente revestidos de puro coraje, porque en esta guerra los afectados son padres, hijos, familias. Toda la sociedad, todo el pa铆s.
Volvieron a las calles porque otras de las misiones del Ej茅rcito es defender la paz, velar por el bien com煤n, la seguridad, el desarrollo y bienestar de la sociedad.
Cuando el 16 de marzo se anunci贸 la suspensi贸n de las labores del sector p煤blico y privado y se exigi贸 el aislamiento social obligatorio, el Ej茅rcito del Per煤 — junto a la Polic铆a Nacional, la Marina y la Fuerza A茅rea — se hicieron cargo de la seguridad interna. El Ej茅rcito despleg贸 m谩s de 40.000 soldados, 10 aeronaves, 1.147 veh铆culos y distribuy贸 al personal en 1.112 puestos de control a lo largo del territorio nacional, incluyendo zonas de frontera, que tambi茅n quedaron cerradas.
¿Pero c贸mo actuar en una situaci贸n como esta, donde no se puede identificar al enemigo? El Ej茅rcito actu贸 de manera r谩pida y precisa. Patrullaron y controlaron calles y ciudades para que la poblaci贸n permanezca en sus domicilios durante la inmovilizaci贸n social obligatoria.
De inmediato, tambi茅n se puso en marcha el plan “Te Cuido Per煤”, para vigilar y brindar asistencia a las personas afectadas con la COVID-19 y a sus familiares durante la cuarentena en Lima.
Las ciudades se convirtieron en el campo de operaciones, al verse aviones cruzando los cielos, camiones transitando las calles, zonas de control rigurosas, desfile de tropas armadas portando mascarillas pidiendo a las personas que permanezcan en casa.
Esta es una guerra desigual. Se sabe que el enemigo mide 0.0002 mm de di谩metro, 30 veces m谩s peque帽o que el grosor de un cabello humano, que infecta las c茅lulas y crea cien mil copias de s铆 mismo en tiempo r茅cord. Al buscar a su pr贸xima v铆ctima, viaja en peque帽as gotitas cuando una persona infectada habla, tose o estornuda.
A los esfuerzo por evitar que el coronavirus siga avanzando, se sumaron diez mil licenciados del servicio militar voluntario. Ellos respondieron r谩pidamente al llamado. La masiva participaci贸n de los j贸venes reservistas motivo el elogio del General (r) en retiro, Roberto Chiabra.
“Los reservistas con su presencia demuestran, al igual que Bolognesi, el significado del honor. Est谩n comprometidos con el juramento de: yo volver茅 a tomar el arma cuando la patria me necesite. Est谩n preparados en las tareas de evacuaci贸n, rescates, desastres naturales y ahora vuelven a unirse para proteger a la poblaci贸n”, coment贸 Chiabra.
El ej茅rcito tambi茅n tiene un rostro femenino
En la emergencia, tambi茅n destaca la masiva y activa participaci贸n de la mujer en las filas del Ej茅rcito, por su valiente actitud en el cumplimiento de su servicio.
Catherine Zevallos es teniente de comunicaciones. Tiene 30 a帽os, est谩 casada y es madre de una ni帽a de dos a帽os. Recorre la ciudad comandando una patrulla. A diario ingresa a zonas donde la gente no mantiene la distancia e interviene a todo aquel que no lleva bien puesta la mascarilla. Su recorrido se inicia a las seis de la ma帽ana y su retorno a la base del R铆mac es a las cinco de la tarde.
Ella comparte el drama de la gente y la angustia de los parientes en las afueras de los hospitales, y, como todo ser humano, tambi茅n vive su propio drama.
“Me permiten volver a mi casa todos los d铆as para ver a mi bebe, pero siempre tengo el temor del contagio”, se帽ala.
Cuando le dicen que es una mujer muy valiente por lo que hace, asegura que se debe a su formaci贸n militar. Afirma que todo integrante del ej茅rcito es valiente. Y cuando se le pregunta qu茅 es ser valiente, responde con orgullo: “Es tener coraje, afrontar lo que hemos elegido. Ser valiente es exponerse a sabiendas al peligro. Ser valiente es correr todos los riesgos a la hora de defender a la sociedad. Vine aqu铆 por voluntad propia y debo seguir”, comenta.
Cuando la teniente Catherine llega a su base, al igual que toda su patrulla, pasa por un riguroso procedimiento de desinfecci贸n y control de sus condiciones de salud.
Pero para Catherine el protocolo de seguridad continua en casa. All铆 la espera Milagritos, que a sus dos a帽os no entiende por qu茅 cuando su mam谩 llega, en vez de abrazarla, ingresa a la ducha para volverse a desinfectar.
Los contagios en las fuerzas armadas
Despu茅s de m谩s de ochenta d铆as de cuarentena, en las filas del Ej茅rcito los contagios llegan a 2107 entre oficiales, cadetes, alumnos, t茅cnicos; incluidos 194 familiares. Hay 600 personas internadas en dependencias militares, 700 son atendidos en domicilios, hay 618 en recuperaci贸n y 65 de sus miembros han fallecido.
V铆ctor Sotelo es t茅cnico de primera especializado en municiones y es uno de los afectados por la COVID-19. Ya se encuentra en plena recuperaci贸n. Paso 21 d铆as internado, 12 de ellos en cuidados intensivos.
“Cuando me dijeron que me hab铆a contagiado pens茅 en mi familia. Afiebrado y afectado por la neumon铆a pens茅 que era el final. Fue horrible. Un cosa es vivirlo y otra contarlo. Es desesperante cuando te falta el ox铆geno. Dios y el cuidado de los m茅dicos me salvaron.” relata.
Sotelo lleva 35 a帽os sirviendo en el Ej茅rcito. Nunca imagin贸 que le tocar铆a vivir esta pesadilla. En su vida militar pas贸 por los peores momentos cuando combati贸 el terrorismo. Espera cumplir su periodo de rehabilitaci贸n para volver a su puesto de labores.
“Mi esposa me pide que no regrese pero le hago ver que el Ejercito es mi vida, mi destino, mi trabajo. Mi deber es velar por la vida de nuestros compatriotas, porque me necesitan. Si el terrorismo no me venci贸 menos lo har谩 este virus” afirma.
El Ej茅rcito como parte de la sociedad
La participaci贸n del Ejercito durante la emergencia nos ha permitiendo conocer de cerca los principales valores morales con los que se forma todo militar. Por su disciplina, sentimientos c铆vicos y abnegaci贸n, los militares son parte importante en la sociedad.
Richard Villanueva ten铆a 19 a帽os cuando en febrero de 1995 su mirada se detuvo en las escenas transmitidas por televisi贸n. Un grupo de soldados se desped铆an de sus familiares, mientras part铆an a la guerra del Cenepa.
Hoy, Richard Villanueva es Teniente Coronel del Ej茅rcito peruano. 26 a帽os despu茅s de ver esa imagen en la televisi贸n, es un abnegado militar, capaz de entregar la vida por su pa铆s.
Considera que defender a la sociedad ante la amenaza de la naturaleza exige decisi贸n, fortaleza y un alto sentido del deber para asistir a quienes m谩s lo necesitan. “Combatir contra terroristas en el Vraem fue una gran experiencia, pero lo de hoy es muy diferente. Vives a sobresaltos y con un poco de temor. Hay que tener mucha fortaleza”, comenta.
El Teniente Coronel Villanueva tambi茅n piensa en sus hijos, y le causa tristeza no poder verlos y darles cari帽o. “Siento mucha pena porque no puedo abrazarlos, como siempre lo hice. Hace un mes los vi a cincuenta metros de distancia”, dice.
Como todo militar, la solidaridad que profesa le ha permitido vivir momentos de satisfacci贸n. Tuvo que asistir a decenas de personas que hab铆an llegado a la Plaza Manco Capac, queriendo volver a sus lugares de origen. “Mientras repart铆amos comida a solicitud del Instituto del Ni帽o, encontramos a una mujer con ocho meses de embarazo. Llamamos al m茅dico y logramos convencerla que se quede en Lima. Todos felices”, comenta.
Todos estos testimonios y declaraciones nos demuestran algo: ellos y ellas, adem谩s de formar parte de las Fuerzas Armadas, son seres humanos, que aman lo que hacen, a su gente y al Per煤.
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