La calidad de los futbolistas hace que este deporte se muestre como una verdadera belleza de destreza. La calidad proviene de las características innatas, genéticas del deportista; así como de la formación, entrenamiento, entrega, disciplina y corazón del individuo.
La hermosura del fútbol practicada por España, sirviera de ejemplo a talentos frustrados de nuestro medio. Cuando emerge un talento, como el caso de los “jotitas”, la prensa se encargó de vanagloriar, de hacer que el individuo hinche su ego desproporcionalmente a la realidad, hasta hacerle cambiar artificialmente de actitudes básicas, haciéndole despreciable ante la sociedad y haciéndole prender el pico en la arena antes de tiempo. Nuestros “talentos criollos” quizá no alcancen al nivel de Pelé, de Messi; sin embargo, son engañados y muestran comportamientos ridículos que los conducen a su prematura caída social y futbolística. ¿Siendo de talento mayor, por qué no ocurren esos malos comportamientos con Pelé y Messi?.
Los comportamientos de nuestros máximos exponentes futbolísticos en los últimos encuentros deportivos por las eliminatorias, no fueron extraños ni provocó nuestro asombro; pues, simplemente hicieron más de lo mismo. ¿Cómo es posible, que quienes representan a todo un país en este deporte, muestran total indisciplina, precisamente cuando son convocados para enfrentarse a partidos de vital importancia? Es decir, se hacen los indispensables, les importa un bledo, se burlan del llamado y hacen sus más elementales necesidades sobre la convocatoria. ¡Qué barbaridad! ¿Cuántos peruanos quisieran ser convocados para jugar por su selección con verdadera entrega?.
Si estos adefesios de futbolistas llamados profesionales tienen estos comportamientos; sin embargo, estos ocurren como consecuencia del desorden estructural del país, de normas legales obtusas, manoseadas y remendadas. ¿Cómo es posible que un individuo, aprovechándose de éste tipo de normas, pretenda hacer del fútbol lo que se le antoje? El Gobierno Nacional y los Congresistas, deben ponerse de acuerdo de una vez por todas en este tema y definir normas claras y defenestrar lo más rápido posible a un impopular e indeseable presidente eterno. Lamentablemente, esta mala práctica se hace extensiva a las regiones, con las consecuencias negativas que el pueblo ya conoce.
¿Cuándo estaremos gritando entusiasmados por los logros de nuestra selección de fútbol, como lo hacen los españoles? El Gobierno Nacional y el Congreso de la República tienen la palabra. Actúan hoy o se callan, para dar paso a otra gestión con verdadera decisión para dar solución a éstos pequeños impases innecesarios, que lamentablemente perjudican a la población.(Luís A. Ordóñez Sánchez)
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