sábado, 27 de diciembre de 2014

Los nuevos gobiernos locales y el retorno al centralismo

Después de nuestra independencia, con la primera Constitución Política Bolivariana de 1823, se regulaba el Poder Municipal con funciones de promover la agricultura, industria, minería y cuando conduzca el bien(duró sólo dos años) y no fue sino después de 110 años, luego que la oligarquía gobernara el país desde Lima, que en el año 1933 (a propósito de un levantamiento del pueblo, dirigido por un APRA popular), que se incorporan temas de autonomía administrativa y económica y el derecho de la mujer, con derecho a voto y a ser elegida. Lo que respecta a las municipalidades, nunca se ejecutó y se siguió gobernando el país desde Lima y en provincias los terratenientes hacían de los distritos sus feudos.
En 1979, como consecuencias de jornadas históricas anti dictadura militar (generación donde participamos muchos) entra en vigencia una nueva Constitución Política en el Perú y en 1981, se eligen Alcaldes y regidores en un nuevo espacio político de libertades y nuevas instituciones.
La Constitución Política del Perú de 1979 regula temas de descentralización y luego de 156 años (después de la Constitución Política Peruana Bolivariana de 1823) a la Municipalidad se le da

 nuevamente una connotación de Gobierno Local, con autonomía administrativa y económica con atribuciones de planificar el desarrollo de sus circunscripciones, promoviendo la participación del vecindario. La Constitución Política del 1993, luego de derrotar la dictadura de Fujimori, se dio un trascendental paso a temas de descentralización.
Hoy, en pleno siglo XXI, nuevamente nos enfrentamos a una corriente centralista anticonstitucional que afectará la promoción al desarrollo desde los espacios del Gobierno Local, para el año 2015 se reducirá el presupuesto municipal de 17% al 12% (15,811 millones) y se incrementará para el Gobierno Nacional al 73% del mismo, que este año llegará a S/. 130.6 mil millones.
El despacho presidencial tendrá mucho más presupuesto que todas las municipalidades juntas y ejecutará las obras de gran “envergadura”, pues sostienen que en las municipalidades no se planifica el desarrollo y existe mucha corrupción. Sobre lo primero, siempre lo venimos advirtiendo, los alcaldes pretenden que las municipalidades son sus feudos y no planifican, y los que lo hacen no integran los planes a los del Gobierno Nacional y Regional.
Hoy más que nunca sabemos que en los últimos Gobiernos Nacionales, los niveles de corrupción son increíbles, nunca antes se han enriquecido tanto los señores de Gobierno y sus allegados partidarios (desde los dólares MUC hasta el caso Belaúnde, Orellana, etc), pero este flagelo se siente aún más en las municipalidades, lo sabemos, pero no justifica la RECENTRALIZACIÓN, no justifica las miles de vidas que se perdieron en las jornadas por la democracia y la justicia, no justifica el sacrificio de aquellos líderes encarcelados para que tengamos un país descentralista, que hoy, con una ley (de presupuesto), se pretende olvidar. Lo que más sorprende es que estos hechos antihistóricos no importan al poblador común y tal vez se deba a que desde hace ya mucho, no confían en la clase política.

Alejandro Merino Huamán

Red Nacional de Expertos en Gestión Pública Descentralizada – REMURPE

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