Un nuevo informe de UNESCO difundido este lunes muestra
que menos de la mitad de los países han logrado la paridad de género en la
educación y hay cerca de 62 millones de niñas excluidas en ese sentido.
"Educar a una niña es educar a una nación. Este acto
desencadena un efecto expansivo que cambia el mundo, sin duda en sentido
positivo", afirmó la directora general de UNESCO, Irina Bokova, en un
comunicado que anuncia la difusión del informe.
El informe, con motivo del Día Internacional de la Niña,
se enfocó en la enseñanza primaria y secundaria alrededor del mundo.
Cada país debía haber logrado la paridad en ambas etapas
educativas hacia 2005, pero actualmente la educación femenina sigue sin ser
realidad para 62 millones de niñas.
Bokova también explicó que la educación femenina es vital
para poder cambiar la posición de las mujeres en el plano socioeconómico.
"Recientemente nos hemos fijado una nueva y
ambiciosa agenda para lograr un futuro sostenible. Este empeño no tendrá éxito
si las niñas, las jóvenes y las madres no llegan a ser mujeres instruidas y
empoderadas", asegura Bokova.
El informe, compilado por el equipo encargado del Informe
de Seguimiento de la Educación Para Todos (EPT), muestra que la violencia de
género en países de bajo desarrollo es una de las peores manifestaciones de la
discriminación de género y retrasa el éxito de los logros educativos.
De manera similar, el matrimonio precoz sigue siendo una
barrera para la educación de las mujeres. En 2012, casi una de cada cinco
mujeres que contrajo matrimonio tenía entre 15 y 19 años de edad.
El equipo encargado de la EPT ha construido una
herramienta interactiva en línea para enseñar la amplitud de las diferencias de
género en diferentes contextos.
Se indica, por ejemplo, que en África subsahariana las
niñas de las familias más pobres tienen nueve veces más probabilidades de no
haber asistido nunca a la escuela que los niños de las familias más adineradas.
Por su parte, en los estados árabes la quinta parte de
las niñas más pobres nunca han ido a la escuela, en comparación con la décima
parte de los niños más pobres.
Sin embargo, en América Latina y el Caribe son los niños
los que están en desventaja. Solamente el 55 % de los niños de las zonas
rurales completan la enseñanza secundaria, en comparación con el 63 % de las
niñas que lo logran.
Según el director de la EPT, Aaron Benavot, es necesario
medir la educación de las mujeres en relación a la de los hombres por falta de
otros medios.
"Este objetivo nunca se alcanzará si no actuamos
sobre las raíces del desequilibrio: las barreras sociales y los usos
discriminatorios arraigados", dice Benavot.
También resaltó que el concepto de "igualdad"
debe ampliarse para poder alcanzar los mismos niveles en educación.
"A menos que empecemos a concebir la igualdad con un
criterio mucho más amplio, las niñas y las mujeres nunca podrán cosechar todas
las ventajas de la educación", agregó.
EFE