Los estudiantes y los docentes est谩n viviendo un obligado proceso de transformaci贸n de la educaci贸n debido a la pandemia. En el Per煤 tenemos alrededor de 8 millones de estudiantes en la educaci贸n b谩sica regular, por lo menos tres millones viven en la pobreza sin servicios de internet y acceden a “Aprendo en Casa” a trav茅s de celulares bastante limitados, o televisores antiguos y peque帽os. Muchos estudian en peque帽os colegios privados, que no tienen los recursos tecnol贸gicos ni de capacitaci贸n a sus docentes para llegar a ellos. De otro lado, la brecha entre los estudiantes del campo y la ciudad se est谩 mostrando en toda su dimensi贸n, y sin soluci贸n a la vista, ya no solo por la falta de recursos, sino por no tener docentes que hablen nuestras lenguas originarias. Lo m谩s preocupante es que no llega mucha informaci贸n a las familias sobre como acompa帽ar a nuestros hijos en este esfuerzo.
Tengo dos hijos en edad escolar y por eso escribo con algo de conocimiento. Los dos estudian en el mismo colegio nacional que queda cerca a nuestra casa. Uno est谩 en secundaria y la otra en primaria. Llevamos tres meses combinando clases por televisi贸n y mensajes que env铆a la docente v铆a un grupo de whatsapp. Los estudiantes tienen que saber manejar celulares, cosa que felizmente saben hacer mejor que muchos adultos, dentro de los que me incluyo.
Un problema de muchas familias es que no tienen computadoras adecuadas para recibir la abundante informaci贸n que dan los docentes sobre las distintas materias, ni conexi贸n suficiente a internet como para seguir las reuniones -que hemos empezado a tener- con la docente de primaria. Hace pocos d铆as en nuestra primera reuni贸n v铆a zoom solo pudieron conectarse nueve padres de familia (menos de un tercio), varios de ellos se帽alaron que no tienen impresora y por lo tanto los ni帽os tienen que leerlo todo en el celular, y as铆 hacer sus tareas y reportarlas a su docente. La cosa se agrava, cuando en una familia hay un solo celular y hasta cuatro estudiantes en diversos grados, en ese caso los ni帽os tienen que turnarse y cuidar que el celular siempre est茅 cargado y operativo.
El otro tema de preocupaci贸n de la heroica docente, es c贸mo los padres acompa帽amos a nuestros hijos en esta nueva manera de educar. Ella tuvo un gesto muy bonito al preguntarnos “¿C贸mo est谩n?” ya que como sabemos muchos padres pueden estar enfermos, haber perdido el trabajo, etc. Como los varones son los que m谩s salen no pueden hacer este acompa帽amiento. En algunos hogares, padre y madre trabajan con horarios muy exigentes y descoordinados, para estas familias la situaci贸n se ha hecho m谩s complicada a煤n por todos los problemas que genera la pandemia. Y en el caso de las madres que se quedan en la casa no tienen las competencias para acompa帽ar a sus hijos e hijas, sobre todo en relaci贸n a la informaci贸n actualizada de los saberes que los ni帽os alcanzan y piden. Para algunos ni帽os, la soluci贸n a la falta de acompa帽amiento la encuentran en el internet donde hay bastante informaci贸n. Otros “m谩s vivos” esperan a los compa帽eros que van reportando sus trabajos y se copian, cosa dif铆cil de controlar por parte de la docente, que tiene que revisar, corregir y devolver los trabajos a sus alumnos.
La labor de la docente es realmente meritoria, tiene que haberse capacitado para manejar las famosas TIC, debe tener la informaci贸n digitalizada de las materias que va administrando, adecuarse al ritmo de los ni帽os, conseguir m谩s y mejor informaci贸n, etc. Es verdad que las clases se inician en la TV a las 10 y 30 am, en la primaria, luego de lo cual la docente debe enviar los materiales para que los ni帽os trabajen –sin poder saber si vieron u oyeron la clase-, esperar que cada uno de ellos reporte lo hecho, revisar, corregir, sugerir m谩s lecturas, etc. Como los ni帽os no pueden reportarse a la misma hora, ella tiene que esperar a cada ni帽o y revisar sus trabajos. As铆 la docente del grado nos contaba que no tiene horario de trabajo, ya que todo el d铆a est谩 pendiente de sus alumnos, enviando y recibiendo textos, preguntas, etc. Por ello, la familia de la docente ya mostr贸 su malestar, frente a esta falta de respeto a las condiciones laborales de una madre de familia con compromisos, hijos y necesidades propias.
Llevamos en este sistema desde marzo, hasta la fecha no nos han entregado ning煤n texto de primaria, por el contrario en secundaria felizmente recibimos la mayor铆a de libros, con la promesa de “regularizar” posteriormente su entrega. Pero si esto pasa en Lima que tiene cerca a los colegios, en el caso de las provincias la situaci贸n es distinta, y la costumbre es que los libros lleguen luego de las vacaciones de julio, si es que llegan. Nos han dicho que los textos junto con los alimentos de Qali Warma estar谩n llegando, con el favor de Dios, hacia la tercera semana de junio. Ojal谩 as铆 sea. Este mal funcionamiento del Ministerio de Educaci贸n es conocido, pero resulta cruel en este contexto, porque esos alimentos podr铆an aliviar el hambre de miles de ni帽os y sus familias.
Otro asunto de importancia y un problema de muchos ni帽os es la falta del h谩bito de lectura, carencia que comparten con sus padres. Y quienes lo tienen, ahora en cuarentena, no tienen dinero para comprar libros para los chicos. De otro lado en muchos hogares no hay mucha autoridad, lo que lleva a que los horarios de levantarse, estudiar, leer, dormir, jugar o hacer gimnasia, los ponen los ni帽os a su gusto. Los padres, como vemos que los chicos se aburren los dejamos –horas de horas- delante de la televisi贸n o jugando con el celular o la tablet, si tenemos esos medios. Y en muchas familias pobres donde est谩n hacinados, sin comodidades de espacio y tecnolog铆a, el encierro para los ni帽os debe generar mucho dolor y angustia, dimensi贸n emocional que no se est谩 considerando, al igual que la violencia contra los ni帽os y adolescentes que no ha disminuido, y que afecta su salud mental. Estudiar en esas condiciones es m谩s pesado y triste.
Me quedan muchas preguntas y reflexiones: ¿Cu谩ntos ni帽os y adolescentes, del sistema educativo nacional estar谩n realmente estudiando con “Aprendo en Casa”? El ministerio est谩 demasiado callado, hasta la fecha, y parece que no tiene voluntad de saber en t茅rminos reales, m谩s all谩 de datos cuantitativos e impresiones. ¿En zonas rurales cuanto de esta propuesta estar谩 funcionando? ¿Los m谩s de 300 mil docentes, estar谩n entrando en las TIC ¿ ¿Las UGEL tendr谩n la log铆stica para hacer un correcto seguimiento de estas capacitaciones y su consecuente aplicaci贸n con sus estudiantes? ¿C贸mo ser谩n evaluados los estudiantes? ¿C贸mo se estar谩n educando los miles de estudiantes de colegios privados peque帽os y que no han podido migrar a los p煤blicos? ¿En qu茅 estado se encuentra la educaci贸n inicial? ¿Qu茅 va a pasar con la educaci贸n superior?
Lo descrito es una muestra de lo que est谩 pasando en la realidad. La posibilidad de retornar a clases en aula a煤n es muy lejana. Y preocupa el silencio del Ministerio frente a una situaci贸n tan compleja. Si el virus ha venido para quedarse habr铆a que comenzar a debatir en serio c贸mo va a ser la nueva educaci贸n y cu谩nto de esta primera experiencia de educaci贸n a distancia llamada “Aprendo en Casa” quedar谩 en pie.
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