


Su descubridor en el año 1999 fue Douglas Eugene Savoy, el explorador estadounidense y aventurero de corazón conocido sencillamente como Savoy, quien murió en septiembre del año pasado. Gracias a él y al grupo de gente que lo acompañó podemos redescubrir esta parte de nuestro pasado.
Las impresionantes edificaciones de piedra de varios metros de alto del Gran Saposoa fueron construidas en unas faldas empinadas de un verde intenso. Aquí también se encuentran las típicas casas circulares de los chachapoyas, cultura que se desarrolló entre el 700 d.C. y el1500 d.C.
Algo que llama la atención de los que se aventuran a conocerla son unas cruces de unos 50 centímetros de largo que aparecen de forma alineada en algunas paredes. Aún no se ha podido descifrar con claridad el significado de estas enigmáticas cruces y quizá una de las razones sea la falta de investigación en la zona.
Este complejo también cuenta con una plazoleta con escalones y un torreón trunco. Por todo ello se considera que El Gran Saposoa es aquella ciudad prehispánica inmersa en la selva que el cronista Inca Garcilaso de la Vega bautizó como Cajamarquilla.
Actualmente este maravilloso lugar corre peligro. El clima húmedo que afecta las construcciones y la poca investigación sobre esta ciudadela son sus principales enemigos. No debemos permitir que esto siga ocurriendo porque el Gran Saposoa aún guarda muchas sorpresas que nos darán pistas sobre esa gran civilización que vivió en las alturas de la selva.
Terra Perú
1 comentario:
los recursos naturales deben ser conservados, el saludo de paz de Indonesia
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